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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

sábado, 14 de abril de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

IIº DOMINGO DE PASCUA





EL DOMINGO DE TOMÁS

DOMINGO 15 DE ABRIL DE 2012

 

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 4, 32-35

La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima. Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
118 (117), 2-4. 16-18. 22-24


ANTÍFONA:

R.: DEN GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO
PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA.

Que lo diga el pueblo de Israel:
¡es eterno su amor!
Que lo diga la familia de Aarón:
¡es eterno su amor!
Que lo digan los que temen al Señor:
¡es eterno su amor!   R.:

La mano del Señor es sublime,
la mano del Señor hace proezas.
No, no moriré:
viviré para publicar lo que hizo el Señor.
El Señor me castigó duramente,
pero no me entregó a la muerte   R.:

La piedra que desecharon los constructores
es ahora la piedra angular.
Esto ha sido hecho por el Señor
y es admirable a nuestros ojos.
Este es el día que hizo el Señor:
alegrémonos y regocijémonos en él   R.:



SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA PRIMERA CARTA
DEL APÓSTOL SAN JUAN 5, 1-6

Hermanos:

El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de Él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Jesús le dijo: “Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!”
(Jn 20, 29).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO
SEGÚN SAN JUAN 20, 19-31

Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz esté con ustedes!” Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: “¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, Yo también los envío a ustedes”. Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”. Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros discípulos le dijeron: “¡Hemos visto al Señor!” Él les respondió: “Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré”. Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: “¡La paz esté con ustedes!” Luego dijo a Tomás: “Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe”. Tomás respondió: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús le dijo: “Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!” Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.

Palabra de Dios:
¡Gloria y Honor a Ti, Señor Jesús!

EL REGALO QUE NOS HACE JESÚS:
LA PAZ Y EL PERDÓN.

LA VIDA EN COMUNIDAD.

En el relato que describe la vida de la primera comunidad cristiana se cumple lo que afirma el salmo 132: “¡Ved qué bueno y deleitoso es convivir los hermanos unidos!” La bondad y la delicia de la vida en común despertaron el deseo de muchas personas, que dejándolo todo, decidieron buscar juntos a Dios. Ahí está el origen del monacato y de la vida religiosa. Pero el texto de los Hechos no hay que verlo desde la óptica meramente histórica, pues no cabe duda de que nos muestra una comunidad “idealizada”. Lo que expresa es aquello a lo que aspiraban, no sin dificultades, como podemos observar por ciertos conflictos que surgieron desde los primeros tiempos. Las claves de la vida comunitaria cristina son: la enseñanza -catequesis- de los apóstoles, la vida en común, la comunión de bienes, la fracción del pan -eucaristía- y la oración. Todos necesitamos estos puntos de apoyo, sin los cuales nuestro seguimiento de Jesús se debilita. Contrasta esta situación con la realidad actual que vivimos los cristianos del siglo XXI en ciertos países de la vieja Europa: descristianización, religión a la carta, indiferencia religiosa, ateísmo... Muchos abandonan la nave de la Iglesia porque para ellos es un contrasigno de lo que Jesús predicó. ¿Qué hacer? Del texto se deducen estas actitudes básicas: vive tu fe, sé testigo de la resurrección de Cristo, manifiesta la alegría de sentirte habitado y transformado por Él y entonces serás signo y luz en medio de las tinieblas. No nos admirarán por nuestros cumplimientos ni por nuestros ritos, sino por lo que nos queremos.

DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA:
 
El regalo de la paz y el perdón. También hoy día podemos contemplar raudales de generosidad, de entrega y amor en muchos cristianos que han vivido la experiencia pascual y han dejado que el Espíritu transforme sus vidas. La clave es pasar por la experiencia del resucitado. Las dos apariciones que narra el evangelio de hoy ocurren el primer día de la semana. Para Juan es muy importante el día y la hora en que ocurren los hechos que narra. Por algo las comunidades cristiana se reúnen el domingo. Este día es el “día del Señor”, en el cual se produce una nueva. Si en la primera creación Dios da forma al hombre, es ésta segunda Jesucristo, al exhalar su aliento sobre los discípulos, da origen a la comunidad. Es en ella donde podemos encontrar a Jesús resucitado. Su regalo es el perdón y la paz. Por eso hoy celebramos el “domingo de la Divina Misericordia”. Emociona ver la forma en que los demás apóstoles acogen a Tomás: con dulzura, cariño y paciencia….No sé si hoy día sabemos tener la misma paciencia con los no creyentes o los agnósticos. Cada uno tiene su tiempo y su momento… Nunca debemos practicar el rechazo o la condena, siempre la acogida y el perdón. Tomás es una figura simpática y actual. Como él, muchos dudan, también los santos han dudado, buscan y no encuentran... La Iglesia debe acoger a todos, sobre todo a tantos "tomases" que sinceramente buscan la verdad. Caminando con ellos nosotros podemos ayudarles a descubrir que el sentido de la vida está en lo profundo y en lo oculto, en las llagas de las manos y el costado. Jesús asumió el sufrimiento del hombre para levantarlo del abismo. Nos regala la paz interior, el mayor de los dones que el hombre puede tener. 
 
DICHOSOS LOS QUE CREAN SIN HABER VISTO”.
 
Jesús proclama la bienaventuranza del resucitado: La fe es un don que nace de la confianza en “Alguien” que no puede fallarnos. No hace falta verle físicamente para creer en Él. La misión que Jesús nos encomienda es ser “apóstoles”, es decir sentirnos “enviados” a proclamar que “hemos visto al Señor”. Si es verdad que lo hemos visto con los ojos de la fe, si nos hemos encontrado con Él, entonces se notará en nuestra vida y seremos testigos de Jesús vivo y resucitado. Que en este tiempo pascual nos dirijamos a Jesucristo glorificado y le pidamos que aumente nuestra fe, que intentemos ilustrar y formar nuestra fe para responder a los interrogantes de nuestro tiempo. Que seamos capaces de decir con Tomás:
¡SEÑOR MÍO y DIOS MÍO!”

P. José Mª Martín, OSA
España.

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.