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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

jueves, 19 de abril de 2012

NOTICIAS - RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA


INVITACIÓN

Hermanos:

La Renovación Carismática Católica en El Espíritu Santo de la Arquidiócesis de Santiago, los invita a participar en un encuentro y Eucaristía con el sacerdote y predicador colombiano Fray Nelson Medina, quien nos acompaña en la celebración de los 40 años de la RCC en Chile.

Sabemos que el Espíritu Santo nos llama a ser Testigos del Señor Resucitado, con los Dones y Carismas que Él nos regala para la Construcción de su Reino y para la Gloria y Honor de Nuestro Único Salvador y Señor, Jesucristo.
Unidos en Oración bajo el Amparo de nuestra querida Madre, la siempre Virgen María.

Este encuentro se realizará el lunes 23 de Abril de 2012 en la Parroquia “Los Santos Ángeles Custodios”, calle Rodolfo Vergara 0252, Metro Baquedano, cuadras hacia la cordillera.

EVANGELIO DEL DOMINGO

IIIº DOMINGO DE PASCUA


""LES ABRIÓ LA INTELIGENCIA”

DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE LOS
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 3, 13-15. 17-19

En aquellos días, Pedro dijo al pueblo:

El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, glorificó a su servidor Jesús, a quien ustedes entregaron, renegando de Él delante de Pilato, cuando este había resuelto ponerlo en libertad. Ustedes renegaron del Santo y del Justo, y pidiendo como una gracia la liberación de un homicida, mataron al autor de la vida. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes obraron por ignorancia, lo mismo que sus jefes. Pero así, Dios cumplió lo que había anunciado por medio de todos los profetas: que su Mesías debía padecer. Por lo tanto, hagan penitencia y conviértanse, para que sus pecados sean perdonados”.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
4, 2. 4. 7. 9


ANTÍFONA:

R.: MUÉSTRANOS, SEÑOR,
LA LUZ DE TU ROSTRO.

Respóndeme cuando te invoco,
Dios, mi defensor,
tú, que en la angustia me diste un desahogo:
ten piedad de mí y escucha mi oración R.:

Sepan que el Señor
hizo maravillas por su amigo:
Él me escucha siempre que lo invoco
Hay muchos que preguntan:
¿Quién nos mostrará la felicidad,
si la luz de tu rostro, Señor,
se ha alejado de nosotros?” R.:

Me acuesto en paz
y en seguida me duermo,
porque sólo tú, Señor,
aseguras mi descanso R.:


SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA PRIMERA CARTA
DEL APÓSTOL SAN JUAN 2, 1-5

Hijos míos, les he escrito estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo. Él es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. La señal de que lo conocemos, es que cumplimos sus mandamientos. El que dice: “Yo lo conozco”, y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado verdaderamente a su plenitud. Esta es la señal de que vivimos en Él.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

Señor Jesús, explícanos las Escrituras. Haz que arda nuestro corazón mientras nos hablas
(Lc 24, 32).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO
SEGÚN SAN LUCAS 24, 35-48


Los discípulos que retornaron de Emaús a Jerusalén, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: “¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy Yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo”. Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: “¿Tienen aquí algo para comer?” Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; Él lo tomó y lo comió delante de todos. Después les dijo: “Cuando todavía estaba con ustedes, Yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos”. Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: “Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto.

Palabra de Dios:
¡Gloria y Honor a Ti, Señor Jesús!

EXPERIENCIA DE FE Y TESTIMONIO

LA ESPERIENCIA DEL RESUCITADO.

Los discípulos de Emaús vuelven a Jerusalén para contar a todo el grupo lo que les ha sucedido en el camino y cómo conocieron a Jesús “en el partir el pan”. Hoy vemos como la comunidad cristiana va a surgir como tal comunidad a partir de una experiencia común de la realidad del resucitado. Toda la primera parte de este relato de Lucas está orientada a resaltar este carácter real del resucitado. El nuevo Jesús no es ninguna invención espiritual del grupo cristiano. Pedro, en el discurso del Libro de los Hechos después de la curación del paralítico, subraya que los dirigentes judíos condenaron a Jesús por ignorancia. Les insta a que se arrepientan y se conviertan También los cristianos dudaron de la realidad de Jesús, no hubo en ellos predisposición alguna a aceptarla, sino todo lo contrario. Sólo la presencia real del resucitado les ha llevado al firme y absoluto convencimiento que ahora tienen. Bajo la tremenda impresión de los acontecimientos de la Pasión, entre el miedo a los judíos y la esperanza alimentada con las primeras noticias de aquel domingo, estos hombres no acaban de creer a causa de la inmensa alegría lo que ven con sus propios ojos. Jesús les tranquiliza y les convence de que es verdad lo que están viendo y de que no se trata de ningún fantasma. La vida de Jesús, su pasión y muerte, y todas las Escrituras deben ser interpretadas a la luz de la experiencia pascual.

EL SEÑOR VIVE REALMENTE

Jesús muestra a los discípulos las señales de los clavos en las manos y en los pies. Les invita a palparle. Estas formas de expresión no hay que verlas como representaciones de la realidad corporal de Jesús, sino como vehículos interpretativos de algo más profundo: Jesús vive ahora una nueva realidad corporal. Jesús resucita con cuerpo glorioso: No es posible comprender cómo un cuerpo glorificado pueda comer alimentos. De todas formas, el sentido de esta afirmación es que el Señor vive verdaderamente, y lo que los discípulos han visto no es una simple "visión".

EL DON DE LA PAZ, REGALO DE JESUCRISTO RESUCITADO

Solamente quien guarda su palabra y sus mandamientos conoce el amor de Dios. El don que recibe es la paz, la plenitud de todos los dones. El Señor resucitado les saluda siempre con la misma expresión: “Paz a vosotros”. La experiencia de un Jesús real produjo en los once y sus compañeros de la comunidad cristiana un cambio de forma de pensar y de vivir -la conversión- y una liberación interior -perdón de los pecados. Ellos son testigos de todo esto porque son testigos de la muerte y resurrección de Jesús. Muerte y resurrección no son sólo acontecimientos estáticos en Jesús; son también acontecimientos dinámicos que inciden operativamente en el individuo y en el grupo transformándolos en una nueva realidad, cuya expresión es la comunidad cristiana, y en mensajeros de esa nueva realidad. La misión de Jesús ha terminado, pues todo ha sido cumplido. Ahora queda que los apóstoles anuncien a todo el mundo lo que han visto y oído.
Es necesario que sean testigos, que prediquen en todas partes, comenzando por Jerusalén, que Dios salva a los hombres en Jesucristo y concede el perdón de los pecados.


P. José Mª Martín, OSA
España.

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.