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SANTIAGO, Chile
Somos un matrimonio católico chileno, compuesto por Juan Rajs Grzebien, Corredor de Propiedades y Helicicultor y Nina Mónica Ramírez Donders, Profesora de Religión y Moral, Habilitada en Filosofía y Educadora de Párvulos, nuestra intención es promover la Doctrina y Cultura Católicas. Para mí, Juan Rajs, mi mayor orgullo y mi gran inspiración es Ninita, mi esposa, mi Dulce y Tierno regalito de Jesús como yo la llamo, no ceso de alabar a Dios por habermela concedido desde la eternidad, para amarla, respetarla y cuidarla siempre.

jueves, 10 de mayo de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO

VIº DOMINGO DE CUARESMA


“AMAR AL ESTILO DE JESÚS”

DOMINGO 13 DE MAYO DE 2012

PRIMERA LECTURA.

TOMADA DEL LIBRO DE LOS
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 10, 25-26. 34-36. 43-48

Cuando Pedro entró, Cornelio fue a su encuentro y se postró a sus pies. Pero Pedro lo hizo levantar, diciéndole: “Levántate, porque yo no soy más que un hombre”. Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo: “Verdaderamente, comprendo que Dios no hace acepción de personas, y que en cualquier nación, todo el que lo teme y practica la justicia es agradable a Él. Él envió su Palabra a los israelitas, anunciándoles la Buena Noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. Todos los profetas dan testimonio de Él, declarando que los que creen en Él reciben el perdón de los pecados, en virtud de su Nombre”. Mientras Pedro estaba hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban la Palabra. Los fieles de origen judío que habían venido con Pedro quedaron maravillados al ver que el Espíritu Santo era derramado también sobre los paganos. En efecto, los oían hablar diversas lenguas y proclamar la grandeza de Dios. Pedro dijo: “¿Acaso se puede negar el agua del bautismo a los que recibieron el Espíritu Santo como nosotros?” Y ordenó que fueran bautizados en el nombre del Señor Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedara con ellos algunos días.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
98 (97), 1-4


ANTÍFONA:

R.: EL SEÑOR REVELÓ SU VICTORIA
A LAS NACIONES.

Canten al Señor un canto nuevo,
porque Él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria  R.:

El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel   R.:

Los confines de la tierra han contemplado
 el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos  R.:


SEGUNDA LECTURA.

TOMADA DE LA PRIMERA CARTA
DEL APÓSTOL SAN JUAN 3, 18-24

Hijitos míos, no amemos con la lengua y de palabra, sino con obras y de verdad. En esto conoceremos que somos de la verdad, y estaremos tranquilos delante de Dios aunque nuestra conciencia nos reproche algo, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y conoce todas las cosas. Queridos míos, si nuestro corazón no nos hace ningún reproche, podemos acercarnos a Dios con plena confianza, y Él nos concederá todo cuanto le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Su mandamiento es este: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos los unos a los otros como Él nos ordenó. El que cumple sus mandamientos permanece en Dios, y Dios permanece en él; y sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

Palabra de Dios:
Te alabamos, Señor.

¡ALELUYA!

“El que me ama será fiel a mí palabra, y mi padre lo amará e iremos él”, dice el Señor
(Jn 14, 25).

¡ALELUYA!

EVANGELIO.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO
SEGÚN SAN JUAN 15, 9-17

Durante la Última Cena Jesús dijo a los discípulos: Como el Padre me amó, también Yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como Yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como Yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que Yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino Yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, Él se lo concederá. Lo que Yo les mando es que se amen los unos a los otros.

Palabra de Dios:
¡Gloria y Honor a Ti, Señor Jesús!


EL AMOR SE TRADUCE EN OBRAS


Dios está en todas partes en que hay hombres que le buscan con sincero corazón.

Cornelio es un extranjero que, sin adherirse a la comunidad judía, cree en el Dios único de los judíos. Pedro se da cuenta de que Dios no tiene acepción de personas tras aquella visión de los alimentos prohibidos. Comprende que no es necesaria la circuncisión para ser cristiano. Bautiza a un hombre de otra raza... Hoy, en varios lugares, la iglesia está amenazada de quedar reducida a un grupo social cerrado y tal vez anticuado. A los cristianos, sin embargo, se les invita a dar un paso, a entablar el diálogo con todos los hombres. Es, por tanto, el Espíritu de Pentecostés el que se manifiesta, en Cornelio y toda su familia, para admiración y sobrecogimiento de los piadosos cristianos procedentes del judaísmo. Lo que ocurrió entonces, siempre ocurre: Dios está en todas partes en que hay hombres que le buscan con sincero corazón. La comunión en la escucha de la palabra de Dios, en la fe en Jesucristo y en la oración es el signo de la presencia del Espíritu. El cristiano de hoy no tiene que convencerse de esto mirando hacia atrás, a otros tiempos, sino poniendo su fe en el presente y en el futuro.

El amor fraterno es el tema de la segunda lectura.

El amor, que debe ser el fundamento de la comunidad cristiana y su distintivo, procede de Dios, y no debe confundirse con aquel amor con que pueden amarse los hombres en el mundo. Los que aman como Dios ama son Hijos de Dios, vienen de Dios lo mismo que el amor que en ellos se manifiesta. Pero el que no ama de esta manera no tiene nada en común con Dios y tampoco puede conocerlo. El conocimiento de Dios es inseparable del amor que viene de Dios. El amor que viene de Dios y se manifiesta plenamente en Jesucristo es amor desinteresado, porque es amor a los hombres precisamente cuando éstos eran aún enemigos de Dios. Fue entonces, en el momento preciso, cuando Jesucristo murió en sacrificio de propiciación por nuestros pecados. Por lo tanto, el amor de Dios no es la respuesta al amor que los hombres ya le teníamos, sino el principio del amor que debemos tenernos los unos a los otros; más aún, que debemos tener también a nuestros enemigos: pues el amor, que viene de Dios no se detiene ante el enemigo: antes, al contrario, demuestra una autenticidad y su trascendencia en el amor al enemigo.

Como el Padre me amó, Yo también os he amado a vosotros”.

El amor del Padre al Hijo es inmenso, tierno, entrañable. Así nos amó Jesús, dando su vida por nosotros, no cabe mayor amor… ¿Qué debemos hacer nosotros? Pues mantenernos en su amor, observar sus mandamientos, amar la voluntad del Padre. ¿No es éste el ejemplo que Él nos da?: “Yo hago siempre lo que le agrada a Él”. Permanecer en el amor a Dios es permanecer en el mandamiento de Jesús, o sea, en el amor al prójimo. Hoy precisamente la iglesia, haciéndose eco del mandamiento de Jesús, nos insta a volcar nuestro amor en nuevas situaciones de sufrimiento y de dolor de los hombres, como es el caso de ciertos enfermos abandonados, desasistidos y rechazados a causa de su enfermedad.

“El poder curativo de la fe”.

La Pascua del enfermo en este VIº domingo de Pascua está en sintonía con el tema de la Jornada Mundial del Enfermo del pasado 11 de febrero, que el Papa Benedicto XVI dedicó a “La gracia especial de los sacramentos de sanación”, es decir, de los sacramentos de la confesión y de la unción de los enfermos, los cuales tienen su cima en la comunión eucarística. Todos anhelamos la salud, a pesar de la experiencia cotidiana de nuestra fragilidad natural. Ese deseo de salud encierra una aspiración mayor: la del bien de una salud permanente y total, es decir, de la salvación. La salvación eterna, que sólo Cristo nos puede dar, es la salud auténtica y definitiva. A ella aspiran, consciente o inconscientemente, todo hombre y toda mujer desde lo más hondo del corazón, y la desean también para los suyos. Si las comunidades cristianas quieren ser fieles a la persona y al mensaje de Jesús, han de atender a los enfermos más desasistidos y necesitados con la misma solicitud con que Él lo hizo... Jesús no pasó de largo ante los enfermos, el sector más desamparado y despreciado en la sociedad de su tiempo. Se acercó a ellos, se conmovió ante su situación, les dedicó una atención preferente, buscó el contacto humano con ellos, por encima, de las normas que lo prohibían, y les libró de la soledad y abandono en que se encontraban, reintegrándolos a la comunidad. Así como Jesús amó a los hombres, a los enfermos y necesitados, así es como debemos amar. Recordemos su mandamiento y pongámoslo en práctica


P. José Mª Martín, OSA
                España.

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Jesús nos bendiga, a ustedes y a nosotros,
Nina y Juan.